La equinácea es conocida por los naturistas como el “antibiótico vegetal”, ya que se considera que estimula y refuerza la actividad del sistema inmunológico. Originaria de América del Norte, la equinácea ha sido muy utilizada en la medicina tradicional por sus propiedades calmantes y preventivas de infecciones. Ha sido y es objeto de numerosas investigaciones clínicas y de laboratorio, existiendo sobre ella amplia bibliografía publicada.