El hamamelis era muy valorado en la medicina indígena nativa. Muchas tribus lo usaban para frotarlo sobre heridas, golpes, picaduras de insectos, articulaciones, músculos, y espaldas doloridas como desinflamatorio. Es muy conocido por sus propiedades astringentes, refrescantes y descongestivas, así como por su capacidad para inhibir la transpiración.